La antigua tradición de quemar el Año Viejo simboliza un proceso de sanación interior, renunciando a los pensamientos, sentimientos y expresiones negativas y, abrirnos a los cambios que la vida nos presenta. En ese fuego que nos libera sentimos el delicioso aroma del palosanto, el incienso, la colofonia, el estoraque, los cítricos y el eucalipto.
El obsequio del Año Viejo a nivel empresarial es de gran importancia, es dar lugar a la alegría y unión representadas por la Navidad, al regalarlo aporta a la celebración de otras empresas, de sus clientes, de sus familiares, de sus amigos.
Haga sus pedidos, los estamos fabricando desde ahora, para que usted disfrute sus aromas durante todo el año y los queme el 31 de diciembre.
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